<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d13247643\x26blogName\x3d1\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dSILVER\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://calamidadesdelcautiverio.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_CL\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://calamidadesdelcautiverio.blogspot.com/\x26vt\x3d-6116356490886290003', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

jueves, agosto 18, 2005

De cuando ingresé en la milicia (Crónica Nº 11)

Hoy me sentí mareado y caí mientras caminaba en círculos por la habitación, me golpeé en la cabeza, Eduarda me tomó en brazos y me lavó la herida con whisky, esa sensación como de protección maternal me hizo sentir bien, me recordó mis inicios en la milicia. Mientras estuve en las filas, mis compañeros de batallón siempre me catalogaron de extraño, realmente yo era muy diferente a ellos y por eso solían humillarme. Pienso que esto se debía principalmente a que nunca soñé con acribillar a un extranjero, tampoco con criar un perro y comerlo, matar un pollo con los dientes, volver al negro mi esclavo y ese tipo de cosas. Podría contarles que la primera y última vez que jalé un gatillo casi mato al instructor de tiro y me sentí más frustrado que Caszely después del penal, enseguida me dejaron a cargo del establo. Sin embargo aunque no lo parezca mi presencia en el ejército no fue del todo un fracaso, gracias a mi esfuerzo y talentos algunos logros tuve, de hecho la misión secreta que se me encomendó durante el plebiscito de 1988 fue todo un éxito, y mucho antes, en el año 1967, fui honrosamente condecorado por obtener el primer lugar en un concurso de poesía con tema la Primavera, el premio fue por la obra "La Mariposa y la flor negra", XLIV Concurso de Poesía militar, Batallón 24, Compañía de Alta Montaña, Ejercito de la Nación. Por último también fui merecedor de la Medalla al Esfuerzo y al Crecimiento Personal, Batallón 24, Compañía de Alta Montaña, Ejercito de la Nación, año 1969.

Mi interés por la vida castrense comenzó temprano, recuerdo que siendo todavía un niño, durante el segundo gobierno de Alessandri Palma, quedé maravillado cuando dos militares vestidos de uniforme impecable, con su estampa galante y sus carabinas, marchaban serios e inmutables hacia mi casa ubicada en un barrio obrero, al llegar como superhéroes indestructibles, demostrando su poder y virilidad botaron de una patada la puerta, luego golpearon a mi madre y la violaron engendrando a mi hermano Augustito.

Algunos años después mi madre en una tarde soleada de 19 de setiembre en el Parque O´Higgins me diría:

- Juanito querido mi sangre, este año usted termina la secundaria ¿ha pensado que hará con su vida? Tenga presente que si se esfuerza desde ahora, será cualquier cosa que quiera, claro dentro de nuestras escasas posibilidades hijo.

En ese momento no contesté nada, sin embargo mientras miraba como desfilaban las tropas la pregunta retumbaba en mi cabeza. Recordando el incidente de la puerta pensaba, maldición si no soy bueno para nada sólo me queda ser artista o milico. Al final decidí que artista no era el camino pues mi apellido no era elegante como McOliff, Causlaricci, McGuiver o McDonald, y está de más decir que no quería pasar hambre. Me entusiasmé pensando que si tenía dedos para el piano como militar podría llegar a comandante en jefe y hacer una fortuna de manera honrada. Como sea, la decisión de entrar al ejército la tomé a fines de ese año y pasó más que nada por no poder evitar el servicio militar obligatorio, además mi mamá era muy clasista y no quería que yo entrará a la universidad, decía que como ahí dan muchos créditos y becas, los que van son puros pobres.


[Volver a Calamidades]

7 Comments:

Blogger jaimePL said...

Por favor sigue escribiendo tus crónicas pero con más frecuencia.
Y quizás, si no es mucha molestia, publicar la poesía con que ganaste el Concurso de Poesía Militar.

Un gusto saber más...

11:16 a. m.  
Blogger Sofía Frost said...

Juan, quiero leer sus poemas.
Aunque creo que fue mala opción, debió haber sido artista.

7:04 p. m.  
Blogger Sofía Frost said...

O sea, mala opción eso de seguir el camino militar. Buena opción la poesía.

7:05 p. m.  
Blogger Sofía Frost said...

Hola Juan, cómo está? Supe, por su post en lo de Shesho, que quiere cambiar de aire.
Podríamos ir a Valparaiso un día de estos.
Saludos.

8:15 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Don Juan, creo que usted es un buen hombre y el camino de la milicia fue la mejor opcion, ademas es de familia ya que su hermano es de sangre militar

3:10 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

don juan donde esta su hermano? el lo puede ayudar

3:16 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

En el link de la palabra "hambre" podrias haber puesto alguna foto del gobierno de la UP, de las colas de 800 personas para comprar 1/8 de kilo de azúcar o de la gente de clase media que por no ser de izquierda no tenia la tarjeta del gap para comer... Tu no viviste esa época y me parece triste que un pendejo de 18 años se ria de la época terrible que pasó Chile, pseudo comunista de mierda...

Por gente como tu el país se cagó de hambre 3 años.

Que tengas un buen día.

6:01 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home