<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d13247643\x26blogName\x3d1\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dSILVER\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://calamidadesdelcautiverio.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_CL\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://calamidadesdelcautiverio.blogspot.com/\x26vt\x3d-6116356490886290003', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

miércoles, julio 20, 2005

El teléfono móvil (Crónica Nº 8)

A parte de no querer seguir viviendo y esas cosas que de vez en cuando nos pasan a los que no tenemos vida, me encuentro muy bien gracias por preguntar. Hoy en la mañana me inscribí en Solos&Solas, una página para conocer gente por Internet, ósea intenté hacerlo pero no pude, sucedió que me metí pero no me aceptaron la cuenta pues me pedían datos personales que no conozco como la dirección, el teléfono etc. Después desesperanzado me sumergí en la rutina nuevamente, mientras me ponía el saco nuevo para volver a la cama noté que en el bolsillo interior tenía el teléfono móvil de Eduarda, si el mismo que recogí en la cocina el día del escape. Jamás me lo imaginé, Eduarda y yo estabamos seguros que se había perdido en el asalto. Tomé aire y me senté a pensar que hacer, tenía que mantener la mente despejada, pues estaba frente a una oportunidad única que no podía dejar pasar.

Aunque parezca increíble me manejo muy bien con esto de la tecnología, de verdad orgulloso lo digo, y como siempre todo gracias al ejército. Estando bajo sus filas me capacité en muchos ámbitos científicos, pero finalmente me especialicé en detonación de explosivos bajo el agua. Podríamos decir que bajo ciertos parámetros técnicos una bomba es muy similar a una computadora o un teléfono moderno.

Resumiendo lo acontecido, rápido y feliz agarré el maletín que tengo bajo la cama con documentos y comencé a buscar mi vieja libreta con números de amigos y chicas. Después de un rato, en el fondo y llena de polvo encontré la pobre libretita con todas sus hojas amarillentas y quebradizas. Abrí en la I encontrando el número del Ingeniero Dovranicci, llorando de emoción marqué 02 (información indispensable para el caso y que manejaba gracias a una recreación de Pasiones), luego con grandes dificultades, pues las lágrimas me impedían ver bien, logré marcar el número de su mansión que era 22 4465, esperé un rato pero no pasaba nada, sólo silencio, no sonaba ni ocupado, ni marcando, ni nada. Intenté dos o tres veces más, también llamé a otros conocidos sin mejores resultados, pensé que ya estaba todo perdido pero un amigo que siempre intentaba suicidarse sin conseguirlo, me enseñó a ser perseverante, constante y optimista, a no echarse a morir cuando las cosas salen mal. Marqué sin cesar hasta que al final me sonó un pito y se apagó todo el aparato, se había acabado la batería y yo no tenía cargador.

No lo podía creer, estaba desconsolado y desconcertado con lo sucedido -¿Qué hice mal? ¿Si marqué 02, por que no había podido establecer la comunicación? - Bueno, al rato intrigado me metí a Internet y me enteré que ahora en Santiago los números de teléfonos tienen 7 dígitos.


[Volver a Calamidades]

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Hola.
por un momento crei que podrias conversar con alguien estaba muy entusiamada, pero cuando se acabo la bateria uf... que lata
bueno habra que seguir siendo perseverante.
que estes bien, saludos.
adeus.

10:20 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Lamentable mi quierido Juan.
Por qué no se suicida mejor?

7:48 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

aweonao el que escribio ants..

no hagas caso.. como te vas a suicidar...


en serio esto??

o es alguien k le dio por escribir una historia entretenida??.

lo siento .. asi es el ser humano.. incredulo.

12:07 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home