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sábado, junio 25, 2005

La Huída (Crónica Nº6)

Esta mañana después de ducharme estuve a punto de largarme de acá para siempre, el fin de esta maldita condena estuvo realmente cerca de concretarse. Les cuento, me encontraba yo escuchando el obituario como de costumbre y gigante fue mi sorpresa al descubrir que Eduarda había partido a la feria sin ponerle traba a la puerta. Pensé que estaba delirando, pero moví la manija y estaba en lo correcto, por un par de segundos por la cabeza me pasó la vida como una recreación de pasiones, luego me comenzaron a sudar las manos nervioso, pasé un momento inmóvil, me concentré y decidí huir, por un momento dudé no lo niego, pero recordé que el miedo no existe para un verdadero soldado, eso también me lo enseñaron a patadas en el ejército.

De una carrera me vestí, agarré el saco, la polaroid y salí de la habitación. Una vez afuera y de forma sigilosa, revisé el resto de las habitaciones para comprobar que Eduarda ya no estuviera en casa, tomé también un teléfono móvil que encontré sobre el mesón de la cocina, rompí una ventana, salté la reja y llegué a la calle. Fue espectacular la sensación de libertad que experimenté, la luz del sol bañando mi rostro, el viento jugueteando travieso en mi cabello, el cielo azul entrando a mis pulmones, poder tomar micro, pisar caca, no lo podía creer. Hace 17 años que no veía a otro ser humano que no fuera Eduarda, la felicidad era total. Comencé a caminar cauteloso y vi a un tipo moreno que leía un diario en una banca, me eché a correr de la emoción y lo abracé con lágrimas en los ojos, el tipo no sé por que mierda reaccionó mal, me alejó de sí gritando ¿QUE QUIERE?, ¿QUE QUIERE?, le expliqué lo que me sucedía agarrándole los hombros y me dijo ¡ANDATE DE AQUÍ LOCO DE MIERDA, VOY A LLAMAR A LOS PACOS! Yo le dije ¡siiiii, siiii por favor hágalo! Enseguida el tipo me escupió y se alejó caminando en reversa. También me acerqué a una señora gorda que barría la vereda y que entró rápidamente a su casa, después intente convencer a unas muchachas que paseaban en bicicleta pero llevaban auriculares y no me oyeron.

A esa altura ya estaba desesperado, otras personas se hicieron totalmente las sordas, nadie me creyó un carajo, me acercaba y se alejaban. Asustado decidí seguir hacia una avenida que divisé al norte, y para no correr el riesgo de encontrarme con Eduarda en el camino, me fui por una calle pequeña y oscura. A media cuadra me topé con un tipo que al verme me preguntó.

- ¿señor le pasa algo, está perdido? - yo le respondí - ¡siiii por favor ayúdame!
- ¿se encuentra solo señor?- si, si, estoy más solo que la mierda, por favor ayúdame- y en eso el tipo rápidamente sacó algo de su bolsillo.

Bueno eso fue lo último que recuerdo, después me desperté adolorido con una bolsa con hielo en la frente y de vuelta en la habitación. Eduarda estaba sentada a un costado de la cama pelando las papas que compró en la feria y regañándome.

- Menos mal que me lo encontré ahí tirado Juan ¿usted no se da cuenta que afuera está muy peligroso? ¿usted no me cree, pero cuantas veces debo decirle que no se pierde nada si no sale de aquí? No sea mal agradecido macho, afuera no hay nada bueno entienda ¿o acaso piensa usted que la gente afuera es feliz?

La escuché sin decir nada, luego me volteé dándole la espalda, ahí me dormí creo, en fin tampoco estoy tan triste, igual tengo un nuevo dato que me puede ayudar a salir de acá, saben la casa donde estoy es antigua, blanca con gris y enfrente hay una peluquería que se llama "Gran Peluquería Vallejo" es una unisex ¿alguien la conoce?


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3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

hello

3:45 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pucha Juan, por un momento crei que te liberarías de Eduarda.

Pero la emoción fue mas fuerte y te avalanzabas sobre todos, y haga caso a oruga, no le creas a nadie o nunca diga que esta perdido o sólo, no ponga cara de pregunta aunque estes más perdido que el teniente Bello.

chauz.

12:51 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

que mala suerte juan, cuidado con la gente de las calles, hoydia en dia la gente es mala, mucho cuidado con la delicuencia, y mejor no salgas afuera, estas bien con eduarda a tu lado.

9:32 a. m.  

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