<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d13247643\x26blogName\x3d1\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dSILVER\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://calamidadesdelcautiverio.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_CL\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://calamidadesdelcautiverio.blogspot.com/\x26vt\x3d-6116356490886290003', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

lunes, junio 06, 2005

De cuando conocí a Guevara (Crónica Nº3)

Eduarda esta mañana salió muy temprano a cobrar la pensión que recibe del gobierno, con ella se encarga de pagar todos los gastos que yo le causo. Me duché, me afeité, me engominé y escuché el informativo en la radio, después me volví a acostar de lado y mientras dormitaba se me ocurrió una gran idea. Al poco rato ya tenía todo planeado soy genial, dormí otro rato y cerca del mediodía me levanté para esperar tras la puerta a que Eduarda llegara con la bandeja, cuando ella abrió pasé raudo entre su espalda y la puerta para salir al living, juro que sentí el viento de la libertad soplando en mi cara. Bueno hasta ahí resultó todo bien pero cuando estaba a punto de alcanzar la emancipación total llegué a la puerta de calle que estaba cerrada con llave.

En fin, todo mal, de vuelta a la habitación y total que con el alboroto que armé Eduarda se enfadó y decidió hacer algunos cambios en la jornada, y créanme fue maravilloso, suena muy raro pero de verdad lo digo, hoy me siento mucho mejor que de costumbre, Eduarda sin querer hizo algo que me sacó completamente de la maldita rutina que me ahoga…hoy no me dio de comer.

Bueno otra cosa interesante aconteció cuando dormía la siesta. Me recosté sobre mi lado derecho esta vez y casi de inmediato comencé a soñar con Ernesto Guevara, pero no con el rockstar, si no con un muchacho que conocí en una iglesia de Buenos Aires y se llamaba igual. No sé si les había contado esto pero me tocó vivir exiliado un par de años en Argentina y mientras viví allá fui muy pobre pues por pelotudo nunca encontré trabajo.

Sin embargo a pesar de la adversidad siempre me mantuve muy bien a pan y mate. Un mal día que se me acabó la yerba (la del mate, de la otra si tenía) decidí ir a reclamarle a Dios por la vida injusta que me daba -¿por qué los pobres no tienen?- pensé - ¿por qué me tienes tan olvidado de tu mano Señor. Así partí descontrolado a arreglar cuentas con él, caminé cuadras hasta la primera iglesia que ubiqué en la guía turística, al llegar increpé duramente al cura que contaba la plata dentro de un cofre dorado todo brilloso. Discutimos largo rato sin notar que a un costado de nosotros había un muchacho con un tanque de oxígeno. El muchacho que era igual a Cantinflas y de aproximadamente veintitrés años se acercó diciéndome:

-¿Que hacés acá nene? Escuchame si no te largás te voy a dejar el culo como tomate, te voy a romper el culo a patadas me oís pelotudo de mierda, la puta que te parió ¿Decime vos, por que mierda entrás así a la iglesia boludo, te crees que esta es tu casa?
- Esta es la casa de Dios - le contesté - tengo todo el derecho de estar acá
- ¿Acaso vos sos Dios? - preguntó el muchacho confundido

Ahí no supe que contestar y le mandé una patada en las pelotas por anormal, esa es la mejor arma que me enseñaron en el ejército para reducir al enemigo. Se armó una camorra de mil putas, rompimos toda la santa decoración arrastrando el tanque de oxigeno por el lugar, estabamos entrampados en una lucha sin par y en lo mejor se le desconectó el tubo al tarado y se puso azul, ahí paramos
la pelea y decidimos ir a tomar algo por ahí, pero antes lo acompañé al taller mecánico a buscar su moto.

El muchacho me contaba que había mandado a reparar la moto pues al día siguiente empezaba un extenso viaje por América Latina. Acortando la cosa, subimos el tanque de oxigeno a la moto y partimos en busca de un bar de mala muerte donde platicar tranquilos.
Conversamos largo rato y con el vino nos hicimos amigos entrañables, después avanzada la noche el muchacho me propuso que lo acompañara al viaje. La verdad era una oferta tentadora, encima el tipo era millonario y me pagaba todo. Me demoré un rato en contestar y pensé que algo raro había detrás de esa oferta inocente, supuse que nadie es tan buena gente. Me pareció que el tipo era gay porque era demasiado amable así que no acepté, le dije que agradecía mucho su oferta pero que tenía compromisos impostergables que me impedían acompañarlo. Terminada la séptima botella nos despedimos con un fuerte abrazo y con la lengua traposa me confesó:

- Que lástima que no me acompañás, hubiese sido bárbaro viajar con vos, ahora no me queda otra que ir con Alberto Granados que es un boludo reaburrido, bueno chau pibe, andate con cuidado.

Y así se alejó caminando tambaleante hacia su moto, nunca más supe de él.


[Volver a Calamidades]

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Hola, Juan.
lei todo, al principio me parecio extremadamente laargo, pero al leer todo es entretenido y te tiene enganchado cada momento.
Que buena anecdota con Guevara, si hubieses aceptado habría sido protagonista de la pelicula??
Ah! para la otra puede engatuzar a eduarda para asi quitarle las llaves! sera muy complicado.
ya pue espero que te encuentres bien, y espero otra cronica.
Adeus.

9:29 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

hola:
Recien me vengo integrando a esta nostalgica historia, mi nombre es Araco, estoy en el proceso de cambiar mi destino, parece que tu ya me conoces. Un consejo lucha por lo quieres y escapate de las garras de esa yegua de eduarda.
Adios.
PD:No recuerdas el telefono o algo para contactar a ese joven(Ernesto Guevara), parce que es de los mismos.
Nos vemos por ahi!!!!

12:12 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Parece que de joven eras un personaje bastante violento eh?. COn razón Eduarda te encerró pues...

Adios!

5:43 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home